miércoles, 16 de noviembre de 2011

Nacionalismo si, pero de verdad


Ahora que se acercan las elecciones sería conveniente analizar un poco más detenidamente  el papel del nacionalismo Canario durante estos últimos años.
En las Islas Canarias desde hace dieciocho años viene gobernando Coalición Canaria (CC),  aún teniendo menos votos y menos escaños que el PSOE y el PP, siempre ha conseguido aliarse con uno de los dos grandes partidos para formar Gobierno. Durante todo este tiempo he pensado que el voto a los nacionalistas canarios era necesario para contar con un Gobierno autonómico fuerte que defienda nuestros intereses, los intereses de todos los Canarios y residentes en nuestras Islas. Pero con el paso del tiempo mi confianza en este nacionalismo que nos representa se ha ido agotando y desde la pasada legislatura he dejado de darles mi apoyo, al menos en lo que a elecciones generales se refiere. Lo cierto es que, haciendo un repaso a la política de Coalición Canaria ¿En que nos hemos beneficiado los Canarios en estas casi dos décadas de gobierno nacionalista? Recordemos que CC ha gobernado en los años de bonanza económica y ahora en época de crisis, pero más allá de las políticas económicas que son importantísimas dejo una pregunta en el aire ¿Sentimos los Canarios que tenemos un nacionalismo fuerte que nos represente en Madrid y luche por nuestros derechos y necesidades como por ejemplo los Catalanes o Vascos? 


En Canarias, carecemos de un plan educativo de verdad, para que en nuestras escuelas se enseñe la cultura, la pequeña historia que tenemos, las costumbres y modos de vida.

Nuestros gobiernos nacionalistas, nunca ha tenido la iniciativa de albergar un evento de grandes dimensiones como una Copa América o un evento deportivo de escala mundial en el que las Islas, se beneficiaran de una publicidad y una repercusión como por ejemplo Barcelona con las Olimpiadas del 92 o Valencia con la Copa América de hace unos años. Además del impacto económico directo, un gran evento de estas características exige una inversión en instalaciones deportivas, mejoras en las carreteras, en el transporte, mejora y rejuvenecimiento de la planta alojativa, modernización urbanística y rehabilitación de zonas deprimidas de las ciudades. Todas estas inversiones generarían puestos de trabajo y activarían con ello la economía. La celebración de un gran evento en Canarias sería una oportunidad de promocionar la belleza y el legado cultural de nuestras Islas a nuevos turistas.

No hemos propuesto a los gobiernos de España alguna ventaja importante para nuestro sistema financiero. Podríamos haber sido un paraíso fiscal, al estilo de Gibraltar, Andorra o las Islas Caiman. Si los canarios a fin de cuentas somos españoles y la constitución española dice que todos los españoles somos iguales, ahí tenemos un problema, porque un canario no tiene las mismas condiciones de vida, ni las mismas oportunidades que un peninsular. La insularidad es un motivo para pedir mas ventajas fiscales, reducciones de impuestos del estado y sobretodo mas inversión por parte del Gobierno de España para equipararnos a las comunidades autónomas punteras, que con sus votos en el parlamento han sabido negociar apoyos a cambio de grandes beneficios.

Hay algún partido generalista, que lleva en su programa premisas como la igualdad de todos los españoles y las nombradas listas abiertas, como Unión Progreso y Democracia (UPYD), el partido de Rosa Díez, pero con el sistema político bipartidista que hay instaurado en España y la ley electoral que favorece ésto, nos quedaremos con la duda de saber que pasaría si Rosa Diez y su partido llegasen a  gobernar España.

En Canarias, se echa de menos un nacionalismo de verdad, que afronte y resuelva temas como la Ley de Costas, que afecta a nuestras Islas de una manera particular debido a que ésta Ley, que es para todo el estado español, no puede aplicarse de igual manera en la península que en Canarias, dada la singularidad de nuestro territorio, estamos rodeados de mar y con la mayoría de las poblaciones tradicionalmente asentadas en el litoral. No puede venir un organismo como Costas y querer borrar del mapa pueblos y casas que están fabricadas antes incluso de que esa ley existiera. No puede ser que este organismo estatal nos delimite con pivotes la costa y nos prohíba el paso a playas que hemos disfrutado durante generaciones. ¿Dónde están los políticos nacionalistas que deberían haber reivindicado una aplicación diferente de esta ley para Canarias?

Cuesta mucho creer en el nacionalismo que tenemos en Canarias, sobretodo porque en todo este tiempo no han sabido defendernos como es debido o al menos como muchos creemos que debería ser. Los nacionalistas, que presumen de luchar por lo nuestro y por nosotros, durante dieciocho años, han acentuado la famosa doble insularidad hasta un punto vergonzoso e insultante para los que por suerte o por desgracia vivimos en las islas “menores o periféricas”, con políticas despilfarradoras, obras faraónicas de millones de euros como el auditorio de Santa Cruz o el Alfredo kraus, el tranvía de Tenerife y el nuevo proyecto de un tranvía para Gran Canaria de otros tantos millones de euros. Mientras en Lanzarote, los enfermos de cáncer tienen que desplazarse a Gran Canaria y Tenerife para poder tratarse de ésta terrible enfermedad  porque que no hay dinero suficiente para instalar en nuestra Isla un equipo para  dar a los afectados quimioterapia o radioterapia.

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