Ahora
que se acercan las elecciones sería conveniente analizar un poco más
detenidamente el papel del nacionalismo Canario durante estos últimos años.
En
las Islas Canarias desde hace dieciocho años viene gobernando Coalición Canaria (CC), aún teniendo menos votos y menos escaños que
el PSOE y el PP, siempre ha conseguido aliarse con uno de los dos grandes
partidos para formar Gobierno. Durante todo este tiempo he pensado que el voto
a los nacionalistas canarios era necesario para contar con un Gobierno autonómico fuerte
que defienda nuestros intereses, los intereses de todos los Canarios y
residentes en nuestras Islas. Pero con el paso del tiempo mi confianza en este
nacionalismo que nos representa se ha ido agotando y desde la pasada
legislatura he dejado de darles mi apoyo, al menos en lo que a elecciones
generales se refiere. Lo cierto es que, haciendo un repaso a la política de
Coalición Canaria ¿En que nos hemos beneficiado los Canarios en estas casi
dos décadas de gobierno nacionalista? Recordemos que CC ha gobernado en los
años de bonanza económica y ahora en época de crisis, pero más allá de las
políticas económicas que son importantísimas dejo una pregunta en el aire
¿Sentimos los Canarios que tenemos un nacionalismo fuerte que nos represente en
Madrid y luche por nuestros derechos y necesidades como por ejemplo los Catalanes
o Vascos?
En
Canarias, carecemos de un plan educativo de verdad, para que en nuestras
escuelas se enseñe la cultura, la pequeña historia que tenemos, las costumbres
y modos de vida.
Nuestros
gobiernos nacionalistas, nunca ha tenido la iniciativa de albergar un evento de
grandes dimensiones como una Copa América o un evento deportivo de escala
mundial en el que las Islas, se beneficiaran de una publicidad y una
repercusión como por ejemplo Barcelona con las Olimpiadas del 92 o Valencia con
la Copa América
de hace unos años. Además del impacto económico directo, un gran evento de
estas características exige una inversión en instalaciones deportivas, mejoras
en las carreteras, en el transporte, mejora y rejuvenecimiento de la planta alojativa, modernización urbanística y
rehabilitación de zonas deprimidas de las ciudades. Todas estas inversiones
generarían puestos de trabajo y activarían con ello la economía. La celebración de un gran evento en Canarias sería una
oportunidad de promocionar la belleza y el legado cultural de nuestras Islas a
nuevos turistas.
No
hemos propuesto a los gobiernos de España alguna ventaja importante para nuestro
sistema financiero. Podríamos haber sido un paraíso fiscal, al estilo de
Gibraltar, Andorra o las Islas Caiman. Si los canarios a fin de cuentas somos
españoles y la constitución española dice que todos los españoles somos
iguales, ahí tenemos un problema, porque un canario no tiene las mismas
condiciones de vida, ni las mismas oportunidades que un peninsular. La
insularidad es un motivo para pedir mas ventajas fiscales, reducciones de
impuestos del estado y sobretodo mas inversión por parte del Gobierno de España
para equipararnos a las comunidades autónomas punteras, que con sus votos en el
parlamento han sabido negociar apoyos a cambio de grandes beneficios.
Hay
algún partido generalista, que lleva en su programa premisas como la igualdad
de todos los españoles y las nombradas listas abiertas, como Unión Progreso y Democracia
(UPYD), el partido de Rosa Díez, pero con el sistema político bipartidista que
hay instaurado en España y la ley electoral que favorece ésto, nos quedaremos
con la duda de saber que pasaría si Rosa Diez y su partido llegasen a gobernar España.
En
Canarias, se echa de menos un nacionalismo de verdad, que afronte y resuelva
temas como la Ley
de Costas, que afecta a nuestras Islas de una manera particular debido a que
ésta Ley, que es para todo el estado español, no puede aplicarse de igual
manera en la península que en Canarias, dada la singularidad de nuestro
territorio, estamos rodeados de mar y con la mayoría de las poblaciones
tradicionalmente asentadas en el litoral. No puede venir un organismo como
Costas y querer borrar del mapa pueblos y casas que están fabricadas antes
incluso de que esa ley existiera. No puede ser que este organismo estatal nos
delimite con pivotes la costa y nos prohíba el paso a playas que hemos disfrutado
durante generaciones. ¿Dónde están los políticos nacionalistas que deberían
haber reivindicado una aplicación diferente de esta ley para Canarias?
Cuesta
mucho creer en el nacionalismo que tenemos en Canarias, sobretodo porque en
todo este tiempo no han sabido defendernos como es debido o al menos como
muchos creemos que debería ser. Los nacionalistas, que presumen de luchar por
lo nuestro y por nosotros, durante dieciocho años, han acentuado la famosa doble
insularidad hasta un punto vergonzoso e insultante para los que por suerte o
por desgracia vivimos en las islas “menores o periféricas”, con políticas
despilfarradoras, obras faraónicas de millones de euros como el auditorio de
Santa Cruz o el Alfredo kraus, el tranvía de Tenerife y el nuevo proyecto de un
tranvía para Gran Canaria de otros tantos millones de euros. Mientras en
Lanzarote, los enfermos de cáncer tienen que desplazarse a Gran Canaria y
Tenerife para poder tratarse de ésta terrible enfermedad porque que no hay dinero suficiente para
instalar en nuestra Isla un equipo para dar a los afectados quimioterapia o
radioterapia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario