lunes, 23 de enero de 2012

Costas y sus "mojones"

No se como empezar a hablar sobre el tema que quiero tratar en esta entrada porque cada vez que lo hago me cabreo y me pongo de los nervios y sobretodo, me lleno de impotencia. Intentaré hacerlo desde el lado racional y lógico sin que mis palabras se llenen de ira y rabia, no se si lo conseguiré.

Desde hace muchos años en Lanzarote nos han ido quitando nuestra libertad y la  manera que tenemos de disfrutar de nuestro tiempo libre. Es increíble como nos han ido limitando el uso de nuestras playas. No se puede pescar, no se puede mariscar, no se puede acampar, no se puede hacer una hoguera,  y desde hace dos o tres años han cerrado el acceso a muchas playas. Depositan piedras enormes, troncos de madera y  ponen carteles amenazantes donde se recuerda que se prohíbe el paso por ciertos caminos de arena que  llevan hasta playas o calitas donde poder pasar el día, hacer un asadero, hacer surfing o windsurfing. 

No sé si se han dado cuenta que en los últimos años han rodeado todo el litoral de Lanzarote y Fuerteventura de mojones blancos o  pivotes de hormigón. Estos delimitan la zona a partir de la cual puedes transitar o estacionar tu vehículo. Es curioso que la mayoría de estos caminos, muchos centenarios, están por debajo de estos mojones de costas, sin importarles mucho el uso que hasta ahora se le ha dado a esos caminos y a esos lugares,  prohíben el uso a no ser que quieras pagar 300 euros por estacionar o 600 euros por acampar. Eso sí, los hoteles, apartamentos y demás zonas turísticas tienen los pivotes de costas en “la recepción” y los turistas se bañan en piscinas construidas algunas de ellas en la misma arena de la playa, para ellos no hay ni multas, ni sanciones, ni nada de nada.
La Ley de Costas, no puede aplicarse de igual manera en la península que en Canarias. No puede ser que este organismo estatal nos delimite con pivotes la costa y nos prohíba el paso a playas que hemos disfrutado durante generaciones. Es muy grave lo que está pasando y es mas grave aún que no hagamos nada para cambiar esta injusta situación.  De los políticos poco podemos esperar por eso se hace necesario algún tipo de movilización, recogida de firmas o algo parecido para que se respete la libre circulación, acceso y disfrute de nuestras playas. Si hay que poner mas policía para controlar y en su caso sancionar al que deje una bolsa de basura o al que haga un mal uso de la playa pues que la pongan. Si en algunos sitios por la cantidad de gente que va, hay que habilitar zonas de estacionamiento, con barbacoas, mas contenedores de basura, baños, etc., que se haga. Habrá que hacer lo que sea necesario para poder seguir disfrutando de nuestras playas todo menos limitar, prohibir, multar y todas esas palabras tan anticuadas, feas y malsonantes.

La idiosincrasia de un pueblo es lo que nos diferencia de los demás, lo que nos aporta originalidad y nos da belleza. Hay que avanzar hacia el futuro desde esos rasgos característicos, mejorándolos y sobretodo conservándolos. La palabra idiosincrasia  que proviene del griego, denota rasgos, carácter, temperamento particular y una manera de ser que caracteriza a las personas que pertenecen a un determinado grupo social. Identifica claramente similitudes de comportamiento en las costumbres socialesl y en los aspectos culturales.  Dentro de nuestra idiosincrasia está el ir a pasar el día a la playa o ir de acampada. Desde hace muchísimos años las familias iban a Pechiguera, Papagayo, Caletón Blanco, San Juan, Caleta de Caballo, Las Malvas. Yo me acuerdo de ir con mi familia cuando era pequeño a Pechiguera, a Las Malvas. Llevábamos comida, hacíamos, sancocho,  asaderos, paellas. Los niños jugábamos en los charcos, cogíamos cabosos, burgaos, lapas y los mayores pescaban, jugaban al envite, etc.. Desde hace 15 o 20 años se han ido introduciendo nuevas formas de disfrute de nuestras playas, como el surfing, el windsurf, etc.., porque en realidad los Lanzaroteños amamos el mar y todo lo que tenga que ver con él.  Todas estas cosas, las de antes y las de ahora, forman parte de nuestra cultura de nuestras costumbres sociales, es nuestra idiosincrasia y es duro ver como por culpa de toda está política de prohibiciones  la gente ha ido perdiendo las ganas de seguir estas costumbres tan arraigadas en nuestros genes.
Hace un año mas o menos, en Famara,  uno de los pocos lugares que quedan "libres" en Lanzarote pusieron mojones o pivotes por todo el camino que lleva desde los bungalows hasta el Papelillo. Debajo del camino, hace pocos meses, plantaron un cartel enorme donde prohíben acampar y estacionar por debajo de estos pivotes de hormigón. No han multado aún, que yo sepa, pero no tardarán mucho. Digo que no tardarán mucho porque ese mismo procedimiento se lleva haciendo en Fuerteventura y desde hace años están multando a todo aquel que se pase un centímetro de esa línea que marcan los pivotes. Lo mismo que en Famara pero añadiendo grandes piedras para cerrar accesos, han hecho en Las Malvas, en La Santa, en Caleta de Caballo, en Jameos y San Juan. A Jameos, solemos ir mucha gente a practicar windsurfing desde hace mas de 15 años y jamás ha habido ningún problema, la playa o "calita" está impecable y el único delito que hemos cometido es hacer lo que más nos gusta, disfrutar del mar y de la playa. Hace 2 años cortaron parte del camino y pusieron piedras grandes para que nadie pudiera pasar, además de un cartel advirtiendo una serie de prohibiciones. La semana pasada que hubieron dos días de viento, la Seprona multó a dos chicos que fueron a navegar, con 300 euros a cada uno, por tener el vehículo estacionado en el camino de esta playa. Me parece increíble que en lugar de facilitar y de favorecer a las personas que van a disfrutar del mar y hacer deporte estén teniendo esta actitud tan mezquina y tan injusta por no utilizar otros calificativos mas explícitos. La última moda ahora es hacer controles sorpresa de la policía secreta en el camino de famara. Es raro el día que no te paran y te revuelven el coche por todos lados, te hacen sentir un delincuente. ¿Todo esta parafernalia para que, para coger tres o cuatro porros? ¿No estamos volviendo locos o que? Montamos un control para cachear a la gente que va a famara a pasar un rato en la naturaleza y hacer algo de deporte, que cada uno juzgue y opine.

A mi me gustaría que se hiciera una encuesta o una consulta popular a ver que es lo que opina la gente sobre todo esto. ¿Que queremos ser? una Isla escaparate solo para los turistas donde la gente que vive aquí tenga cada vez menos libertad a favor de una supuesta conservación y en la que en nuestra costa manden desde Madrid o queremos seguir disfrutando de nuestra Isla como hasta ahora pero con control y donde se compagine el mantenimiento y la conservación de la Isla con la vida de las personas que vivimos en ella.

Ahora que somos mucha gente viviendo en Lanzarote, tenemos dos opciones, o que nos prohiban todo o que se planifique el futuro de nuestras zonas de ocio, principalmente nuestras playas, de otra manera. Que se hagan zonas para acampar pero de calidad (no como el llano que hay en Papagayo), con diferentes alturas y niveles, con bastante separación entre una plaza y otra. Que se cree una policía especial, que vigile el mantenimiento y conservación de las playas. Aquí parece que un verol, una piedra o un cangrejo tiene más derechos que las personas que residimos en la Isla.

Si estás leyendo este artículo y te sientes perjudicado o te apetece opinar, no dudes en hacerlo, te animo a que dejes tu comentario a continuación y  escribas lo que piensas acerca de este tema. 

Hoy el "ideariodetana" recibió la visita número 1.000  ¡Gracias a todos los que han dedicado un ratito de su tiempo a leer este blog!






martes, 17 de enero de 2012

El Risco de Famara



El Risco de Famara, donde se encuentra el punto más alto de la Isla, las Peñas del Chache (670 metros),  es uno de los lugares que más sorprende al visitante de Lanzarote. Para mí como para muchos de los que vivimos en esta Isla es un lugar mágico que desprende una energía especial. Esa ladera que parece una ola inmensa, despierta sensaciones increíbles al observarla, tanto desde la Playa de Famara como desde lo alto del Risco, sientes paz y tranquilidad. La altura y la verticalidad del macizo te hacen sentir pequeño recordándote lo insignificantes que somos ante la naturaleza. En definitiva, contemplar el Risco de Famara, como las grandes bellezas de la naturaleza, es para el ser humano un ejercicio de humildad.

Costa Calma, Fuerteventura
Muchas veces me he puesto pensar como sería Lanzarote con 1000 metros más de altitud, si el Risco midiese 1700 o 2000 metros. Me imagino todo las montañas verdes, con vegetación, con pinos como los de la Palma o Tenerife, con nieve en los días de más frío en invierno. Siendo realista, a estas alturas el Risco no va a crecer y a lo mejor a tanta altitud hace mucho frío o nos da el mal de altura. Hay cosas que si que se pueden hacer y es una pena que no se hayan hecho. La zona de Guinate, Ye, el Bosquesillo, Gallo, podría albergar un pequeño bosque, si quisiéramos en 10, 15 o 20 años podríamos tener uno. Tan solo hace falta instalar una red de regadío, que puede ser de agua depurada y que mediante goteo vaya alimentando pinos, palmeras, etc.. Estoy seguro que en un tiempo no muy largo, tendríamos una zona verde, preciosa, para disfrutarla todos. Hay un ejemplo de que esto es posible. Si alguna vez has ido a Costa Calma, en el sur de Fuerteventura, te habrás quedado asombrado al pasar por la carretera y cruzar por un bosque de pinos y palmeras. Si allí, al nivel del mar, con menos humedad, con mas sol y calor, se consiguió levantar toda esa arboleda, en Lanzarote, en el Risco, con la altura y la humedad que hay estoy seguro que también se podría. Sería increíble que tuviésemos un pequeño bosque donde poder ir a pasar una tarde, hacer un asadero o sentarse debajo de uno de esos pinos. 

Una de las vistas mas impresionantes del Risco de Famara, según me han contado, es desde un ala delta o un parapente. Por ahora no he tenido la suerte de sobrevolar el risco en ala delta, pero los que si lo hacen cuentan maravillas del punto de vista que tienes subido a uno de estos increíbles “pájaros”. A propósito de este tema, hay que ver la cantidad de extranjeros que vienen a Lanzarote a practicar el vuelo libre todos los años. Ahora en éstas fechas, es normal verlos volar por las laderas de famara. No estaría mal hacer una especie de "centro de vuelo libre" en en la zona de despegue en “Las laderas”. Una especie de Mirador del Río con un recinto para guardar las alas y material de vuelo, con una zona habilitada para el despegue, bien equipada, en la que hubiera un restaurante con ventanales grandes con sofás cómodos, en donde poder tomarte un vinito de la Isla mientras ves los parapentes y los ala deltas volar… ¡Sería fantástico! 

Me imagino que nada de esto se podría hacer, puesto que ahora nada se puede tocar ni tan siquiera una piedra se puede rodar. Seguramente se opondría algún organismo conservacionista, y es una pena, porque con esa actitud tan cerrada nunca se podría haber hecho nada de lo que hoy gusta tanto, el Mirador de Río estaría virgen con sus piedras y ahulagas y  los Jameos del Agua sería una cueva sucia con conejos, palomas y cagadas. Está claro que hay que tener cuidado con lo que se hace y cuando se haga algo debería ser supervisado por un comité de sabios entendidos o algo así y después colgar en una web las 2 o 3 opciones que hayan y que los habitantes de la Isla los que voten por la que mas les guste.


Todavía se pueden hacer muchas cosas interesantes en Lanzarote , el problema sigue siendo la estructura vertical a la que están adaptadas las instituciones públicas (ayuntamientos, cabildo, etc..) en donde se siguen tomando las decisiones sin contar con la opinión y el consenso de la población.

Hoy me despido con esta frase ¡Hasta la próxima! 




"Las tierras pertenecen a sus dueños, pero el paisaje es de quien sabe apreciarlo"

 Upton Sinclair



lunes, 9 de enero de 2012

Los Backpackers


El Chalten, Argentina
La primera vez que hice un viaje en plan mochilero, fue con una amigo, a Suramérica, en el año 2004. Cuando decidí llevar a cabo esta experiencia me sentía un afortunado de poder hacer un viaje de este tipo y sobretodo pensaba que era una manera de viajar única, barata y alejada de los típicos viajes a zonas turísticas y comerciales con excursiones organizadas y todas esas cosas. Mi sorpresa fue que a lo largo del viaje nos encontramos con otras muchas personas que como nosotros viajaban con su mochila a cuestas y que eran conocidos como Backpackers. 
                                                                 La traducción exacta de la palabra Backpacker sería: persona que lleva un paquete en la espalda. Este paquete puede ser una mochila o un macuto y desde hace unos años se combina con otra mochila un poco más pequeña que se lleva delante, colgada a modo de bebé en el pecho y sirve para transportar los enseres de primera necesidad viajera (mp3, camara de fotos, gafas de sol, chicles, teléfono móvil, etc..). 
La historia de los mochileros o backpackers se remonta unos años atrás y sus orígenes tienen que ver con los primeros viajeros que con solo una mochila y poco dinero se lanzaban a conocer el mundo de un modo humilde y totalmente diferente a todo las demás formas de viajar. Eran considerados hippies, aventureros, bohemios o gente rara que buscaban quizás, sensaciones primitivas parecidas, salvando las distancias, a la que experimentaron los antiguos viajeros cuando encontraban un trozo de tierra virgen o entraban en contacto con una tribu desconocida. De ese descubrimiento y de esa libertad se pasó progresivamente a lo que hoy podemos bautizar como la secta de los “Backpackerianos”. Como toda buena secta o religión, un buen Backpaker tiene como referencia y como libro sagrado una guía lonely planet. Ésta le guiará en cada paso que dé en sus múltiples destinos no dejando nada al azar, ni permitiendo que haya sitio para los sobresaltos o las sorpresas. Como no podía ser de otra manera lonely los cría y ellos se juntan. Es normal que cuando llegues a un hostel, albergue, hostal o cualquier denominación que esconda bajo su techo un Backpaker, te encuentres con personas de todas las edades, pero sobretodo de entre 20 y 35 años y de casi todas las nacionalidades, siendo las de origen anglosajón las predominantes. Estos lugares donde se hospedan los Backpackers suelen tener una estructura tipo, bien definida que sería así: salón con tv, cocina comunitaria, habitaciones de 4 a 12 personas, o un poco mas caras,  individuales, dobles o triples, mucho más cómodas y con baño propio pero están un poco mal vistas entre los backpakerianos pues si coges una de éstas habitaciones estas dando a entender que tu persona y sobretodo mas aún tu espíritu no es el de un buen backpacker. Los precios de los alojamientos varían según las prestaciones. Hay algunos que tienen piscina, terraza, restaurante y hasta Internet gratis, un gancho casi asegurado pues no hay más que ver la demanda que tienen los ordenadores en este tipo de establecimientos. Está todo pensado, cuando arribas a uno de estos sitios, lo primero que ves es una mesa llena de tarjetas y folletos de publicidad invitándote a realizar cualquiera de las muchísimas actividades que ellos te ofertan.
Organizan comidas, asaderos, excursiones, botellones y hasta torneos de poker. La verdad que está todo muy bien pensado, pensado para sacarte la mayor cantidad de euros, dólares, pesos o la moneda que lleves encima. Eso si!, de buen rollito y con una sonrisa en la boca, un “Hi” por aquí y un “thanks so much” por allá.


Desde que pisas uno de estos lugares para backpakers ya notas que hay grupos y que a estos grupos se van uniendo cada vez más y más gente de todas las nacionalidades. Se organizan para hacer las excursiones programadas durante el día, preparan las cámaras para que no se escape ni un solo momento y así quede todo congelado en una instantánea. Por la noche cenan hamburguesas o pizza y beben cerveza alrededor de una mesa. Aquí comienzan los intercambios de pareceres. Cada uno habla de lo que ha viajado y de lo que le queda por viajar. Uno dice: yo llevo dos meses viajando, he visitado Perú, Chile y Argentina, me queda un mes más, Bolivia y Brasil. Entonces salta otro con voz baja y más suave, tratando de vanalizar su viaje y dice: yo llevo 6 meses de viaje, vengo de Australia, Talilandia, Brasil, México, Venezuela, Colombia, Brasil, me quedan 3 meses más, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay..de repente se escucha en la mesa…¡¡Guuuuuaaauuuuuu!!! Cuando parecía que no podía haber nadie que superara este pedazo de viaje habla otro chico, que estaba atento a las conversaciones y que no tenía un currículum viajero tan extenso como el de los anteriores, pero se saca de la manga una historia de cocodrilos y pirañas en el Amazonas que deja a los dos boquiabiertos y que hace que se vuelva escuchar una vez más el ya clásico ..¡¡¡Guuuuaaauuuu!!. Así se pueden pasar horas, cada cual mostrando sus trofeos en forma de sellos en el pasaporte, que vendría a certificar y a verificar que todo es real. El idioma oficial de estas conversaciones tan interesantes es “of course” el ingles y pobre de ti sino sabes hablarlo bien, porque o lo hablas o poco a poco vas siendo excluido del grupo hasta que te conviertes en un mero espectador que asiente con la cabeza y se ríe cuando todo ríen, para por lo menos no quedar mal. Hay otros que no se integran en los grupos pero en un alarde fetichista exhiben sus mochilas repletas de banderitas de paises cocidas, como si de un conquistador de tierras se tratase. A última hora de la noche, después de tanta cerveza y tanta historia de viaje repetida, llega el intercambio de emails y si quedan fuerzas un poco de facebook para impresionar a los amigos con las últimas fotos subidas o con alguna historia fantástica que contar.
Es una pena que, lo que en un principio era una manera económica, auténtica y aventurera de viajar, con el paso del tiempo y sobretodo con la globalización, se haya convertido en este movimiento sincronizado de personas.